lunes, 26 de enero de 2009


Antojo

Hoy se me antojó que…
Me pienses,
Me sueñes,
Me imagines
Y me encuentres en medio de la muchedumbre, a través de las lagunas de tus sueños.
Esta noche te propongo que me hagas el amor,
Utilizando la imaginación.
Te propongo que calmes tus deseos,
También que me ames con desespero y que sacies los antojos por mi cuerpo
Que alimentes la necesidad de rozar mis labios y gastar mis besos.
Se me antojo que hoy…
Me pienses,
Me sientas,
Me imagines,
Me percibas,
Y me sueñes.
Se me antojó que recorras cada rincón de mi cuerpo y te hagas esclavo de mis besos,
Prisionero de mis manos y adicto al deseo de estar a cada momento entre mis brazos.
Quiero que visites con tus labios cada montaña de mi cuerpo y me llenes de besos,
Hasta llegar al éxtasis perfecto, para que me ames con ganas y sin frenos.
Hoy se me antojó que la tranquilidad de la noche perturbe tu sueño,
Que la luna alumbre tu soledad de media noche,
Que la brisa de la madrugada se pasee por la suavidad de tus labios,
Y despierte excitantes momentos de tu boca y la mía en medio de la noche aturdidora
De dos amantes viviendo el silencio de la pasión.
Se me antojó que me sientas tan cerca de ti
Que solo tengas que cerrar tus ojos para volver a sentir lo que el destino nos llevo a vivir.
Hoy también se me antojó una verdad la cual te debo decir
¡Te toco hacerlo solo!
Porque estas a miles de kilómetros de mi y mis besos, aparte que ya ni te siento,
Porque te alejaste de mí en un momento
Confieso que tu recuerdo siempre rozará mis momentos como el viento,
Pero estemos claros,
El tiempo y la distancia se han encargado de convertirnos en dos extraños
Que ya…
No se piensan,
No se sienten,
No se imaginan,
No se perciben.
Ni se sueñan.
Dos extraños que se perdieron en el antojo del olvido.

Catherine Jiménez.

martes, 20 de enero de 2009




Al mal tiempo…tiempo de amar.

Muchas veces, nos recargamos de trabajo las 24 horas del día para tratar de olvidarnos de los problemas y cargas que llevamos en la espalda, pero siempre hay una hora o algún instante, donde la vida nos recuerda nuestros pesares quizá sea cuando nos encontramos en nuestra cama y arropados con la cobija de la soledad, en medio de la noche oscura y el silencio aturdidor de un día cualquiera, después de tanto trabajo, abrimos los ojos y una inmensa soledad invade el alma y nos preguntamos ¿Por qué? Eso es simple de responder…porque realmente estamos solos y nos escondemos detrás de tanto trabajo para no caer en la realidad, sin darnos cuenta que el minutero de la vida tiene rato dando vueltas y no tenemos a nuestro lado a esa persona especial con la que soñamos pasar el resto de nuestras vidas, en los momentos buenos como también en los malos, que nos diga que nos ama, cuando sintamos que todo acaba y que no hay nada, que se funda en nuestra piel en medio de lagrimas, gemidos, dolor y placer o que simplemente nos devuelva la vida con una sonrisa al término de una caricia.

De repente comenzamos a pensar y nos preguntamos ¿Por qué no acepte aquella cita del otro día? Después de reflexionar nos damos cuenta que es culpa del miedo, ese temor interno que tenemos es un impedimento que debemos superar y vencer, así nos persigan los recuerdos de un pasado doloroso, porque muchas veces por miedo nos cerramos, nos limitamos, a hacer cosas que nos pueden quitar las ataduras que nos mantienen los pies sobre la tierra y nos llenan de preocupaciones y tristezas a diario.

¿Cuántos de nosotros hemos dejado de amar por temor a salir con las tablas en la cabeza? Cuando hemos fracasado tantas veces nos quitamos el armadura sin ganas de seguir luchando y al quitarnos esta , nos damos cuenta que nuestro cuerpo esta llenos de grandes rasguños, raspones y cortadas en el alma que nos duelen e impiden sumergirnos en esa preciosa playa, llamada amor que nos gusta tanto, por temor a que el agua salada haga arder nuestras heridas.

La vida es una ruleta rusa que nos lleva a apostar, muchas veces perdemos, pero también ganamos y créeme el mejor premio que obtuviste en la vida fue el milagro de vivirla, de sentirla, de aprenderla, porque de eso se trata, de aprender lo que la vida te enseña y si la vida se trata de apostar y después esperar a ver qué sucede ¿Por qué no apostar en el juego del amor? Si enamorarse es una locura, una aventura perfecta que nos hace despegar los pies del suelo, caminar entre las nubes y admirar de cerca la belleza de la que es testigo y cómplice de cada caricia, de cada beso, de cada susurro de deseo al oído de un amante, la luna.
Piénsalo bien porque el amor es una fuente de vida que alivia tu alma, llena tu corazón, te da alegría, te hace soñar despierto, te hace volar, te hace pensar que la vida es una sola y la haz de disfrutar.
Así que es hora de soltar cadenas, de abrir ventanas de esperanzas, espolvorear recuerdos que ya ni vienen al caso y bañarnos en esa playa, bajo ese sol radiante que hace que nuestra piel arda, que nuestros cinco sentidos se conviertan en uno para disfrutar de ese momento que nos regala el tiempo, es hora de darte la oportunidad de amar y que te amen
Recuerda que el minutero sigue dando vueltas y el reloj de la vida no espera.

Catherine Jiménez.